Todo lo que debes saber del embarazo adolescente esta aquí
Se produce en una mujer adolescente, entre la adolescencia inicial o pubertad –comienzo de la edad fértil– y el final de la adolescencia. La OMS establece la adolescencia entre los 10 y los 19 años.
¿Qué sector de la población es afectado y cuál se beneficia?
El estatus socio-económico la frecuencia de relaciones sexuales y; la edad.
Los embarazos en la adolescencia son más probables en comunidades pobres, poco instruidas y rurales. En algunos países, los embarazos fuera del matrimonio no son raros. En cambio, algunas muchachas pueden recibir presión social para contraer matrimonio y, una vez casadas, para tener hijos.
El embarazo adolescente.
El embarazo en la adolescencia se define como el que ocurre dentro de los dos años de edad ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde la menarca y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen.
Ha sido llamado también el síndrome del fracaso, o la puerta de entrada al ciclo de la pobreza.
El embarazo en la adolescencia es una crisis que se sobre impone a la crisis de la adolescencia.
El embarazo irrumpe en la vida de las adolescentes en momentos en que todavía no alcanzan la madurez física y mental, y a veces en circunstancias adversas como son las carencias nutricionales u otras enfermedades, y en un medio familiar generalmente poco receptivo para aceptarlo y protegerlo.
Los adolescentes inician sus relaciones sexuales cada vez a más temprana edad trayendo aparejadas diversas consecuencias como lo es un embarazo.
En la adolescencia se produce un proceso de reestructuración de cambios endocrinos y morfológicos, como son: la aparición de los caracteres sexuales secundarios, la transformación y crecimiento de los genitales, la aparición de la menarquia en la niña y la eyaculación en el varón. Actualmente, en lo biológico, se observa claramente un descenso en la edad de la menarquia, lo que favorece a las adolescentes a ser madres en edades muy precoces como 11 años. En este período las afecciones maternas, perinatales y del recién nacido son más frecuentes.
Los adolescentes llegan a ser fértiles aproximadamente 6 o 7 años antes de ser maduros emocionalmente, y crecen en una cultura donde los compañeros, la televisión, el cine y la música transmiten mensajes manifiestos, a propósito de las relaciones sexuales, que son muy comunes y aceptados.
La primera relación sexual cada vez ocurre en estadios de la vida más tempranos lo cual se asocia a un mayor riesgo de embarazos y de contraer enfermedades de transmisión sexual invalidante sexual invalidantes.
Mientras más precoz ocurre el primer coito mayor es el número de parejas sexuales que tienen esas personas y por lo tanto los riesgos se multiplican.
La etiología tiene que ver con el nivel socioeconómico bajo, inestabilidad familiar, expectativas del grupo de pares respecto de la iniciación de las relaciones sexuales, declinación de las barreras sociales para el ejercicio de la sexualidad.
También se relaciona con modelos reproductivos que tienden a repetirse, es decir, madres que también lo fueron a edades tempranas.
Algunas muchachas no saben cómo evitar el embarazo, pues en muchos países no hay educación sexual. Es posible que se sientan demasiado cohibidas o avergonzadas para solicitar servicios de anticoncepción; puede que los anticonceptivos sean demasiado caros o que no sea fácil conseguirlos o incluso que sean ilegales. Aun cuando sea fácil conseguir anticonceptivos, las adolescentes activas sexualmente son menos propensas a usarlos que las mujeres adultas. Puede que las muchachas no puedan negarse a mantener relaciones sexuales no deseadas o a oponerse a las relaciones sexuales forzadas, que suelen ser sin protección.
Dos de las principales causas del embarazo en la adolescencia están directamente relacionadas con el nivel de vida y la pobreza de los habitantes de un país, son:
o Relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos, o un uso erróneo o equivocado de los mismos.
o El matrimonio adolescente y el rol tradicional que algunas sociedades todavía asignan a las mujeres.
Entre otras causas:
o Edad de la menarquía precoz.
o Deseo de independencia.
o Falta de información acerca de su anatomía y fisiología.
o Desconocimiento de métodos anticonceptivos y de su uso correcto.
o Sentimiento de soledad, incomprensión y baja autoestima.
o Uso y abuso de alcohol y drogas.
o Etc.
Las mayores consecuencias sociales están en el fracaso escolar, sensación de frustración en la madre, trastornos en la dinámica familiar, dificultades para la crianza del niño y para la inserción en la vida laboral futura de las adolescentes.
Una adolescente con escasa o ninguna educación tiene menos aptitudes y oportunidades para encontrar un trabajo. Esto puede también tener un costo económico para el país, puesto que se pierden los ingresos anuales que una mujer joven hubiera ganado a lo largo de su vida de no haber tenido un embarazo precoz.
Numerosos son los estudios que abordan el tema del embarazo en la adolescencia, todos concuerdan en el hecho de que la incidencia del mismo varía, dependiendo de la región y del grado de desarrollo del país estudiado. En EE.UU., anualmente cerca de un millón de embarazos corresponden a madres adolescentes que constituyen el 12,8 % del total de embarazos. En países menos desarrollados, la proporción de embarazos en adolescentes es de aproximadamente 15,2 % en Chile y 25 % en El Salvador y Centroamérica. Pueden llegar a alcanzar cifras tan elevadas como 45 % del total de embarazos en algunos países africanos.
En Cuba, como en el resto del mundo, el embarazo en la adolescencia no puede ser considerado solamente como un problema biológico sino también como un problema social, por lo que su estudio desde esta arista resulta imprescindible.
Lamentablemente la mayoría de los embarazos en adolescentes no son deseados y se debe a múltiples factores como: la falta de educación sexual que favorece el inicio temprano de las relaciones íntimas por demás desprotegidas, poca motivación hacia los estudios, relaciones de enfrentamiento hacia sus padres, desatención de éstos o su ausencia, consumo ocasional de alcohol u otras drogas y carencias afectivas, entre otros.
Cuanto más joven es la madre, más peligrosa es esta situación: malnutrición, partos prematuros, niños con trastornos en el desarrollo y malformaciones y un 50 % de probabilidades más de morir en las primeras semanas de vida; en la madre: todas las complicaciones médicas del feto en desarrollo también le afectan a nivel físico, pero, además, en muchos casos suponen:
o Falta de atención médica por desconocimiento del embarazo.
o Riesgo de preeclampsia y eclampsia.
o Riesgo de fístula obstétrica, una lesión invisibilizada y con efectos devastadores sobre la vida de miles de mujeres.
o Alta mortalidad de la madre.
o Complicaciones debido a los abortos clandestinos, como sepsis o hemorragias graves.
o Embarazo unido a enfermedades de transmisión sexual.